¿Quién no se ha parado frente a una tienda de chucherías?
Son dulces manjares que despiertan todos nuestros sentidos y que nos producen un inmenso placer cuando los devoramos ¿Parecido a un orgasmo? No se… depende de la persona.
Las hay pequeñas, medianas, grandes o incluso extragrandes…
Dulces, ácidas, picantes, amargas…
Verdes, amarillas, rosas, azules, blancas, naranjas y de un sin fin de colores más.
Se acaban convirtiendo en una adicción en muchas ocasiones y me pregunto siempre el porqué... ¿Qué les echarán?
Cada vez que las como me hace sentir como una pequeñaja,me hace recordar todos los momentos de mi niñez y recuerdo aquella frase típica que decía toda madre “No comas tantas que te van a salir caries”. Algunos les hacíamos caso, otros las compraban y las guardaban en un cajón remoto de su habitación.
¿Quién no ha sido feliz con una bolsa de chucherías en su mano?
¿Comerlas es de niños pequeños? ¡Qué va, no existe edad alguna para ello!